viernes, 20 de junio de 2014

FACHARDÓN



Creo que el problema real de este canalla es que no afronta los hechos con el valor de la mujer que siempre ha querido ser. Se anda por las ramas con dios y el catecismo cuando lo que busca en realidad es que le aprieten un buen polvo, que le lubriquen pero bien; ansía un hombre de verdad que le empuje a fondo hasta que el semen le arrolle por los muslos, que le rompa las costras de ojete mientras grita descosido: ¡SOY TUYA PARA SIEMPRE, SALVADOR! Pero como su casposa cultura no le avala, y su paleolítica educación no se lo permite, ha retrocedido en las lóbregas profundidades del armario hasta alcanzar esta catarsis que genera la pelea en su partido promoviendo el jolgorio universal, el de la españa cañí de toda la puta vida, esa españa esperpéntica del moño y la pandereta con las niñas bien abortando sus fetos en londres, que es donde esta maricona chismosa tendría que haber terminado si su madre hubiese tenido el corazón, que no la desverergüenza, de cagarlo en la letrina y tirar de la cadena